domingo, 3 de mayo de 2009

Medea. Jueves 7 de mayo 6:30 p.m.

Ciclo Lengua Materna Durante mayo y junio cinematria invita a un diálogo abierto sobre la realción con la madre y el lugar que da la cultura patriarcal a la maternidad, venerándola y otras veces condenándola. Iniciamos este ciclo con la compañía de Carmiña Navia investigadora, docente de la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle,directora desde 1980 del Centro Cultural Popular Meléndez, en donde además es investigadora y asesora de proyectos sociales. MEDEA "En Medea he reproducido todos los temas de las películas anteriores. Esta obra se apoya en una base teórica de la historia de las religiones, piezas de etnología y de antropología moderna, y no me refiero en absoluto a la obra musical de Cherubini. Medea es la oposición del universo arcaico, hierático, clerical, al mundo de Jasón, un mundo racional y pragmático. En ese sentido, Jasón es el héroe actual, que no sólo ha perdido el sentido metafísico, sino que además no se plantea cuestiones de este tipo. Es el técnico abúlico, cuya búsqueda va dirigida exclusivamente al éxito" (Pier Paolo Pasolini). Trailer
Medea, más que una mujer anciana, parecía antigua, arcaica, sin edad aunque soportase sobre sí la edad del mundo. En su mirada estaba instalado el misterio. el enigma era su indole, una incognita que giraba hacia esa antiguedad y se poblaba de monstruos inquietantes, de aconteceres asombrosos y de todos los desgarramientos y pérdidas que había vivido la humanidad en su proceso; era muy primitiva, violenta y vital, y poseía el ímpetu de la vida en su indestructibilidad. Su cuerpo delgado, fuerte, adusto y defensivo podía ser confundido con aquellos arbustos cercanos al mar, espinosos y secos que semejaban más animales muertos y fosilizados en su marcha hacía la tierra. Había en ella un poco de todo y mucho de animal, aunque era también mineral y vegetal y su humanidad estaba ahí contenida. Era una mujer salvaje, pues aún no había desgarrado a la naturaleza para construir su humanidad. No mostraba señas de la cultura: no eran suaves sus modales como aquellos domados de las mujeres, ni tampoco había miedo en sus ojos, ese que hace que la mirada se aparte y se haga a un lado, huya. Era una mujer extraña, insolita, poseía el saber de zumos y savias, sabía ella de narcóticos y Phármakos, y sobre todo de aquellos murmullos y visiones, de aquellos ojos sin tiempo, siempre eternos, faros de la vida y de la muerte, de la enfermedad y de la salud, faros ellos, hongos de nuestro ser y de venir que poco a poco fueron prohibidos, prohibidos al saber, y convertidos en falsos. Sabía ella de todas esas plantas que saben de nosotros antes de nosotros, fusiones esenciales de la vida. Extracto del libro EL ERRAR DEL PADRE de Marta Cecilia Vélez Saldarriaga.

1 comentarios:

Ana María - Penélope dijo...

Muy bella película.
Maravilloso compartir.
Estar con las amigas... así la vida es una fiesta.
Gracias a Carmiña, a Pilar, a Lucelena, Jimena, Nata, Lina, Lucy, Caro, y a todas...
Las quiero mucho

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